domingo, 3 de agosto de 2008

300, la propaganda

Hace poco vi la película 300. Tratándose de una producción hollywoodense, era de esperar que tuviera grandes efectos especiales y grandes errores históricos y omisiones.

El libreto era mas o menos fiel al relato de la batalla de las Termópilas, sacando algún que otro detalle que ahora no viene al caso.

Me llamó la antención la vestimenta estilo stripper del Golden de los Espartanos, que se enfrentaban a un ejército de hombres sin rostro, momias y bestias salvajes, lideradas por un clon de Alan Faena (o de Gaby Alvarez).

La realidad fue que Jerjes invadió Grecia como respuesta a los ataques a ciudades Persas en el Medio Oriente por parte de los griegos.

La Esparta de esa época desapareció, Persia cambió su nombre por República de Irán, país que fue sometido por potencias occidentales con una idiosincracia bastante espartana, y que empobrecieron al pueblo persa y compraron a sus dirigentes (creo haber resumido en esta frase, además, la historia latinoamericana). Ya no habría un Jerjes que organizara una defensa, y debieron echar mano de un método que ya era conocido por los espartanos: el terrorismo.

Resulta que en Esparta había un grupo de gente, conocidos como Ilotas, que no eran reconocidos como ciudadanos y eran cuasi esclavos. Su número era muy grande, y para evitar levantamientos, cada tanto eran diezmados en operativos que podríamos calificar de terroristas.

Esto no es mencionado en la película, como tampoco se dice nada a cerca de como fue que la cultura persa aún sobrevive y llegó a desarrollar tecnología nuclear.

¿Por que será que fue estrenada justo cuando estalló el conflicto por el plan de desarrollo nuclear iraní?

2 comentarios:

Occam dijo...

A mí me dio la misma impresión la oportunidad en que salió la película. Lo mismo me pasó con el bodrio de Alejandro que sacó Oliver Stone (por más que se haga el "liberal anti-war", money is money).
La realidad demuestra que, para Persia, Grecia eran un territorio marginal y despreciable de su imperio, y a la única parte que le prestaban atención era a las colonias jonias, en particular, a la zona continental, que luego los romanos transformaron en la provincia de Asia.
Ocurre que el imperio persa intervino para aplacar los reclamos de algunas ciudades griegas en contra de otras (parece que los griegos no eran muy unidos que digamos). Y la historia, más allá de las fábulas nacionalistas griegas, demuestra que la campaña persa fue, más allá de algún contratiempo, un paseo, y que las Termópilas revistió el carácter de episodio militar menor, una suerte de escaramuza.
La visión persa del asunto está contada en un libro buenísimo llamado "Creación", de Gore Vidal.
Lo cierto es que los griegos, más allá del ramalazo macedonio de Alejandro, se fueron de la historia sin pena ni gloria, y el imperio persa continuó por siglos, siendo todavía en la época de los últimos emperadores romanos (Constancio, Juliano, Graciano, Valerio, Teodosio) el gran dolor de cabeza y la principal potencia de Oriente.
Cordiales saludos

capitanfla dijo...

Excelente reflexión.



Llegó a mis oídos, otra teoría.
Importante dato es que 300 es originalmente un comic.
Dicho comic refleja un problema yanqui muy antiguo: "la discresionalidad o no, a darle a los militares, cuando deban entender en asuntos militares".
Les sucedió en la WW2, Corea, Vietnam, y también en otras miniguerritas que tuvieron, de forma directa o indirecta.

Aparentemente el autor sería pro militarista, reflejando en este comic un velado desprecio hacia los políticos que nada saben del frente de batalla, que dicho por muchos veteranos, dista de ser honroso, y que sólo está lleno de "sangre, barro y mierda".
Los errores históricos y lo particular de algunos personajes, son licencias que se otorga el autor, para tratar problemas de fondo de otra índole.
Y ¿por qué no? encubrir otros problemas demasiado molestos.


Saludos.