jueves, 24 de junio de 2010

Las cosas como corresponden

Por no poder desconectar mis oídos, no puedo evitar oír las noticias del mundo del espectáculo mientras ceno a la noche.

Una en particular me hizo reflexionar a cerca de que cosas pasan cuando no se actúa como corresponde.

Un guardaespaldas debe proteger a su cliente. Para que esa protección sea efectiva debe ser invisible, y sobre todo, su nombre no debe conocerse. De lo contrario deja un hueco por el cual podría ingresar un hipotético atacante.

Esta semana se conoció que un guardaespaldas de un conocido ¿empresario? fue despedido por tomar más renombre que su jefe, gracias a las bromas pedorras de un ¿conductor? de un conocido programa de la TV.

Allí fue donde varias personas hicieron cosas que no debieron.

En primer lugar, el mencionado ex guardaespaldas se encontraba trabajando, el conductor no tenía por que molestarlo y exponerlo de esa forma.

El empresario, al ver comprometido un eslabón de su seguridad, debió hacer una de varias cosas: o pedirle al conductor que se deje de joder, o reemplazarlo por otro sin hacer demasiado escándalo.

Y el guardaespaldas, al ver que comprometía a su cliente, quizá debió haber hablado al respecto con el.

Resumen: Un par de boludos importantes hacen cosas que no deben, y la termina pagando un perejil. Como todo en la Argentina.

Pero quién sabe, a lo mejor le hicieron un favor.