Mi patria no termina en una avenida, sigue hasta los Andes y la Puna, donde no hay asfalto, pero nuestra bandera flamea eterna.
Comienza en el continente blanco, en las Malvinas, donde vuelan por siempre nuestros halcones.
Mi patria comienza en la Mesopotamia y sigue en la Patagonia, donde nos roban madera, tierra y agua. En las sierras, donde con fuego la vida matan.
Pero mientras haya quien la sirva, vivirá.
Vive en cada maestra de frontera, en el médico del hospital público y el buen policía...
Vive en cada argentino que vive por ella...
lunes, 25 de mayo de 2009
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